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Todos los derechos reservados  DACOT 2014

By Anne Marie

DACOT     Dañú ATV Club Outlaw Trail

[26] Aculco III, Edo. de Mex.

Sábado 25 de Enero de 2014


Hace 6 meses que no nos ponemos la ropa de moto e igual de tiempo que las cuatris y los RZR estén estacionados tranquilamente en las cocheras de las casas.


Por varias razones, no hubo este año una ruta entre Navidad y año nuevo, era tiempo de volver a organizar una salida, aun pequeña. No podemos ir muy lejos porque solamente tenemos un fin de semana de libre.


La ruta que hicimos en agosto de 2012 nos encanto y como la habíamos hecha entre semana, y que todos no pudieron participar, decidimos volver a hacerla, esperando que esta vez habrán más participantes.

 

Decidimos hacer esta ruta sin pensarlo mucho. Estábamos en una reunión familial y amistosa muy importante, era el 18 de enero y fue al final de este día memorable que la platica vino sobre el tiempo que había transcurrido desde la ultima salida en la isla de Tzibanza, que al fin de cuenta no era realmente una ruta como las que hacemos siempre porque ni llevamos las cuatris y los RZR por falta de lugar en las maquinas. Estaba aquí la familia de Jipé, ella había llegado de Francia por tres semanas de vacaciones.    


Lo platicamos y lo decidimos, así que desde el lunes en la mañana que Jipé empiezo a organizar la ruta del siguiente fin de semana. No pensábamos realizarla con tan poco tiempo, pero parece que es lo que menos se prepara, mejor se realiza.


El viernes en la noche, Jorge y su hijo Jorgito vinieron a dormir en el pueblo de tal manera que el día siguiente no íbamos a perder tiempo, porque queríamos salir a las 7h30, pero parece que no importa si es una ruta preparada con mucha anticipación, o una ruta que preparamos en unos días solamente, el resultado es el mismo, no logramos salir a la hora prevista y no es porque nos levantamos tarde. Así es.


Hace mucho frío y tenemos que abrigarnos al máximo, abajo todos tenemos ropa thermolactil, después nos pusimos playera de mangas largas, suéter, chaleco, chamarra y algunos, un corta viento. Y aun así, no podemos decir que no tenemos frío, el viento chifla en los cascos. Pero nada nos puede impedir de no seguir el programa, bueno, eso pensamos al momento de arrancar la ruta, pero vamos a aprender que el destino no esta en nuestras manos y que tenemos que seguir lo que esta escrito.


Finalmente, dejamos el pueblo son las 8h25, tenemos casi una hora de retraso sobre el horario previsto, tomamos la dirección de Aculco. No es muy lejos y la carretera esta muy buena, en 25mn estamos en el rancho hotel “eQuus” donde vamos a dejar nuestras pertenencias que vamos a necesitar para la noche. Esta vez salimos directamente del pueblo donde vivimos con las cuatris y los RZR y como no tenemos mucho espacio en los cofres, llevamos con nosotros solamente lo que vamos a necesitar para dormir y para comer a medio día. Es tiempo entonces de aligerar nuestros cuatris y RZR si queremos seguir en buenas condiciones.


 


Seguimos nuestro guía, Sabás, para llegar hasta el restaurante « El Pueblito” en Aculco donde vamos a desayunar. Por el momento, aparte de que salimos con una hora de retraso, seguimos el programa. El restaurante ya no esta en el centro de Aculco, esta un poquito retirado, pero gana en espacio de la sala y también del estacionamiento. Empezamos par mover las mesas, queremos estar todos juntos y somos 12 personas. Son las 9h40 cuando llegamos y vamos a quedarnos aquí, una buena hora.   


Son las 10h50 cuando volvemos a subir en nuestras maquinas, dirección la casada de Tixhiñu. Tenemos que cruzar el rió. Jorge y Jorgito están sobre una moto de cross de 2 ruedas y que bueno que están muy bien equipados y protegidos porque Jorgito se resbala justo delante de nosotros, las piedras son muy deslizantes. Por suerte no pasa nada, es que estamos inquietos porque sabemos que sufrió un accidente de moto en julio y que fue operado de la rodilla derecha. Esta vez es la rodilla izquierda quien pego las rocas, pero sin gravedad. Se levanta y sigue su camino atravesando el río.   


El nivel del agua esta muy bajo pero eso no impide de tomar bonitas fotos. Graciela tiene gripa, pero quiso venir para hacer la ruta con nosotros, para evitar de asolearse demasiado, prefiere, en este caso, quedarse sentada en el RZR, así se proteja del polvo, del sol y del ruido.

 

Jorge aprovecha para llenar su tanque de gasolina, sobre una moto de cross no hay casi tanque, por suerte Baldo tiene lo que necesitan y no somos obligados a buscar otra gasolinera.


Dejamos la cascada son las 11h45. Sabás, siempre en el papel de guía, toma la cabeza del grupo. Tenemos que atravesar otra vez el rió, y esta vez es Jorge que se cae, la cabeza primera, su llanta delantera se cayo en un hueco que era imposible ver por el agua un poquito turbia por la corriente. Aquí también, mas susto que daño. Al momento, pienso que ha perdido una pieza porque lo veo agachado viendo el rió, pero parece que no que solamente esta viendo el bache en que se cayo.


Sabás da la vuelta a la izquierda y Jipé me señala que esta equivocado, deberíamos seguir derecho. Lo que no sabemos es que Jorge le hablo de una panadería artesanal que hace el pan y los panes dulces por el mercado y los días de plaza de Aculco. Sabás es muy panero y no iba a faltar, pasar para ver de qué se trataba exactamente. Nos llama y todos nos acercamos a la puerta de la panadería que parece así, una casa como cualquiera. Hay un olor delicioso de pan caliente que nos recibe justo a la puerta. Sabás compra 2 bolsas de pan dulce. Nos hace probar y tengo que reconocer que son deliciosos, para nada del estilo que tenemos la costumbre de comprar y de comer en las panaderías tradicionales.  


Arrancamos otra vez la ruta, no podemos atrasarnos mucho si queremos tener tiempo de subir hasta la “Peña de Ñadó” y preparar la carne asada. Hay que pensar en que apenas se mete el sol, hace mucho frió y aparte, es más peligroso manejar este tipo de maquinas de noche. Mejor manejar con la luz del día.


Hace unos minutos que dejamos la panadería artesanal cuando la cuatri de Sabás ya no quiere andar más. Nos estacionamos y los señores se bajan a ver que esta pasando y como pueden arreglar el problema. Al principio pensamos que es une falla sencilla, como sucede a menudo, pero parece que esta vez no, es más seria y vamos a tener que tomar una decisión.


Nos instalamos a la sombra de un árbol el tiempo que Sabás llama a su hermano David para saber si puede venir con su camioneta y la cuatri de su otro hermano, Polo, por así, dejarle la cuatri que lleva e irse con la suya que esta descompuesta. Nos dice que si, y le indico donde encontrarnos. Ahora solamente nos falta espera a que llegue. Sabás llama también a Pepin que debía alcanzarnos con Conchita y Anacelia en su camioneta para la hora de la comida al Picacho que se encuentra a más de 3000 m.s.n.m. Todo esta bajo control y no hay problema, nos esperan arriba. 


Jorgito es el primero que aprovecha la situación para secar sus calcetines y sus botas, luego lo imita su padre, a verlos así, sin calzados, podríamos pensar que estamos en Acapulco y no en Aculco. Hay que aprovechar del tiempo libre que tenemos por el momento. Sabás quiere que seguimos el programa  previsto y nos dice que después nos alcanza, pero no queremos dejarlo solo, somos un grupo y como tal, nos desplazamos, no podemos dejar uno solo, a la orilla de la carretera. Son las 12h25 y solamente recorrimos 42km. El programma esta muy comprometido.


David llega con sus 2 hijos, Carlos y Luis, son las 14h15 y 15mn después, todo esta arreglado y podemos seguir nuestro camino. Con Tawa y Graciela, nos preocupa saber cuento tiempo nos falta para llegar al lugar la “Peña de Ñado” porque a simple vista, nos parece muy lejos, y hay que pensar en el regreso, pero Jorge nos dice que estamos solamente a como 30 o 40mn. Es menos lejos que lo que parece.


Todos nos subimos en las cuatris o en los RZR para seguir con la ruta, un poquito más corta porque ahora es muy tarde para ir hasta la presa de Tepozan. Ni modo, así vamos a tener una muy buena excusa para un día volver por aquí, y hacer la Aculco IV.


Parece que estamos dando vuelta a las páginas de un libro. Las estaciones desfilen y los paisajes también. Donde esta el verde intenso que nos acompañaba en la ultima ruta, cuando la lluvia mojaba la tierra, estamos en invierno y con el, regresan los colores dorados, ocre, la tierra se seca, empieza a abrirse, casi no hay pasto, el nivel de las presas esta otra vez muy bajo, los árboles perdieron su follaje y el polvo esta aquí, más presente que nunca, penetra la ropa y pega a la piel.  


Hace hora y media que volvimos a arrancar y todavía no llegamos al Pico de Picacho donde nos espera Pepin, Conchita y Anacelia para prepara el asador. Es el momento que escoge la moto de Jorge para fallar, y no nos esperábamos otra falla de ninguna de las maquinas. 


Lo que paso es que cuando se cayo en el rió, parece que se rompió una pieza del cárter y pierde el aceite. Tenemos que encontrar la forma, para empezar, en volver a llenar el tanque y después impedir que vuelva a perderla. Lo bueno es que estamos equipados y Sabás le da el bidón de aceite que tiene de reserva. Confeccionan un embuto con un pedazo de carton.

 

Queremos comer ahí mismo, aunque Jorge nos dice que solamente faltan 15mn, pero agregado a la hora y media que acabamos de hacer, pensando en que todavía tenemos que prender el asador, con todo esto vamos a llegar de noche al hotel. Intentamos comunicarnos con Pepin para avisarlo del cambio, y para que baja a alcanzarnos, pero no hay señal, ni modo, entenderá que tuvimos un contratiempo.


Jipé propone, mientras que se arregla la moto de Jorge, de tomar un tequila. Me pregunta donde están los vasos, se que los tenia a la mano cuando preparamos la maleta los dos, pero ahora ¿quien sabe donde están? Me acuerdo que los tenia en las manos, pero al mismo tiempo estaba agarrando los platos y los cubiertos y creo que los puse sobre la tablita y ahí los deje. Jipè no esta conforme para nada con el hecho que olvide los vasos, me dice que van a juzgar nuestra organización de las rutas y por supuesto que no, rápidamente, los jóvenes agarran dos botellas chiquitas de agua vacías, las cortan por la mita y nos encontramos con 4 vasos que vamos a llenar una vez de tequila otra vez de refresco y vamos a tomar todos de los mismos vasos improvisados.   


Como ya es tarde para hacer la carne asada, comemos los sándwiches que prepare por si nos faltaba algo. Lo único que no come nada porque esta enfadado, es Jipé, no hay forma de hacer que acepta un sándwich y no es porque no insistimos. Tawa intenta por todos los medios de hacer que come, pero no quiere, dice que no tiene hambre. Botanea con unos pedazos de queso que trajimos para acompañar el tequila.


No es nuestro día. Jorgito deja caer la botella de 3L de coca cola y se rompe, ahora hay que encontrar la forma en no perder el refresco. Pero lo logran, no se como, pero funciona.


Sabás se acuerda de su infancia y se sirve su coca cola en una bolsa donde había un sándwich. Normalmente se toma después con un popote, pero no tenemos (no teníamos contemplado no tener vasos, ¡¡¡¡¡no es así!!!!) entonces, abre con los dientes una esquina y por ahí toma su coca cola. Al fin, nada es dramático y siempre hay una solución.   


A las 16h55, volvimos a la ruta, la comida rápida se acabo, todo esta nuevamente en la maleta (faltan los vasos, pero no teníamos…..) nos dirigimos hacia el rancho “eQuus” donde vamos a cenar.  Pero antes, hacemos una parada en una gasolinera para así, mañana, no perder tiempo.


Llegamos al rancho son las 18h30 y hicimos 123km. Pepin, Conchita y Anacelia llegan casi al mismo tiempo que nosotros. Nos dicen que llegaron como 5mn antes de nosotros al Picacho (bueno, nosotros estábamos más abajo) y que bajaron como 5mn después de nosotros.. 


Pasamos todos en nuestras habitaciones respectivas para bañarnos, hay que reconocer que después de un día como este, no es de lujo. El rancho esta acondicionado de una forma ecológica, el calentador de agua es solar lo que hace que algunos se queman cuando quieren bañarse y a los otros les toca agua tibia porque ya se acabo el agua caliente. La persona que esta al cargo de los arreglos ya se fue….Entonces no vamos a tener más agua caliente hasta mañana por la mañana. El propietario arranca una instalación paralela de gas, pero el resulta es el mismo y ahora tenemos con nosotros dos enfermos de gripa, Graciela y Conchita. Otro signo del regreso a la naturaleza, no hay en los cuartos, ni televisión ni teléfono. Por suerte, todos tenemos nuestro celular. 


Una vez bañados, nos juntamos en la sala del rancho. La mesa esta puesta y apenas estamos todos juntos, que nos sirven la cena. Hay que decir que en el rancho, se cena a las 20h (pero excepcionalmente, nos van a servir a las 20h30) y a las 23h, el dueño se va a dormir, dejándonos las instalaciones abiertas. Empezamos por un aperitivo y todos insisten bien en el hecho de que ahora si…..con vasos.


La cena esta muy sencilla, pero deliciosa. Tenemos un guisado único, se compone de una pechuga de pollo al natural, acompañada de una ensalada verde y una variedad de verdura cocida al vapor primero y después salteada, hay calabacita, jicama y jitomate. No hay postre, pero no importa, pedimos café y té y lo acompañamos con los pan dulce que compro Sabás cuando pasamos a la panadería artesanal.                   


Los jóvenes abandonan la mesa y van a la sala de billar, los adultos nos quedamos platicando. Algunos se van a acostar a las 23h, otros un poquito más tarde, los últimos dejan el comedor a la 1h de la mañana. Por suerte, mañana es un día tranquilo, sin ninguna prisa.  


Sabemos que el dueño no aparece antes de las 9h. Las camas son muy confortables, es un poquito excepcional por un rancho/hotel y aparte, todo esta muy limpio.


Mañana seguiremos con la ruta. No sabemos lo que nos espera, pero de todo modo, lo vamos a disfrutar al máximo


Buena noche y hasta mañana.


Domingo 26 de Enero de 2014


Nos levantamos más o menos todos temprano, pero como sabemos por experiencia que no vamos a desayunar antes de las 9h o las 9h 30, no hay porque salir tan temprano de la habitación, aparte que hizo frío en la noche.


Jipé sale alcanzar a los señores del grupo el tiempo que empiezo a recoger todo lo que tenemos que cargar otra vez en las cuatris o en los RZR después del desayuno. Supongo que pasa lo mismo en las otras habitaciones, las de Toña, Graciela y Conchita. 


Tomamos unas fotos, el tiempo esta precioso y creo que vamos a poder quitar un poquito de lo que nos pusimos ayer en contra del frío.


Efectivamente, son las 9h30 cuando el dueño nos llama, toda esta listo y podemos pasar al comedor donde nos esperan unos platos de frutas compuestos de papaya, piña y kiwi, después nos sirven, según los antojos de cada uno de nosotros, chilaquiles verdes, chilaquiles rojos o quiche de verdura. La platica no falta, parece que no nos hemos visto desde hace siglos tanto estamos animados intercambiando ideas. El ambiente esta muy bueno. Igual que ayer en la noche, hicimos 2 mesas, la de los jóvenes y la de los adultos.


Graciela esta un poquito mejor de su gripa, pero Conchita esta peor, hay que decir que ella olvido su tratamiento en casa y todo lo que hizo ayer, aunque estuvo siempre en la camioneta no fue para ayudarla a mejorar su salud.


Finalmente, dejamos el rancho eQuus son las 11h 30, podemos decir que nos tomamos el tiempo de reflexionar antes de irnos. Estamos en pequeños grupos, platicando. Por los que les gusta el tenis, hubo a las 2h de la mañana la final del Open de Australia, Jipé consulto los resultados en Internet,  pero había otros temas de conversación como la impresión que nos dejo la ruta de ayer, lo que nos espera con la de hoy, el problema del agua caliente y finalmente, a donde vamos a comer la carne asada. Como le decía, los temas no faltaron.


Graciela se sube con Pepin en su camioneta, lo que permite a Polito de irse con su tío Baldo en el RZR. Le gusta mucho andar con nosotros cuando hacemos una ruta en donde puede participar sin riesgo, aun que esta todavía muy joven, le encantan salir con el grupo Dacot.


Pasamos de sendero de tierra a carretera con un buen asfalto, el paisaje es muy agradable, la vista preciosa. Queremos subir a la cima del “Cerro del comal”, pero no hay acceso. Donde estamos, Sabás nos indica el lugar donde se encuentra un rancho que pertenece a su familia, no podemos ir hasta allá porque seria alejarnos mucho de la ruta prevista de hoy, pero esperamos que abra otra ruta por acá y que podamos planificar ir hasta este rancho. Seria como un regreso a sus origines. Siempre es muy interesante escuchar el relato de nuestra infancia, cada uno de nosotros puede contar una pequeña historia, entonces si a esto agregamos algo de concreto, mejor. Pepin aprovecha para cargar gasolina. Lo bueno es que tenemos reserva para ayudar a los que necesitan.


Nos paramos para desalterarnos, aunque no hace mucho tiempo que dejamos el rancho eQuus, el polvo nos reseca la garganta.

Por suerte ya no hace frió, un bonito sol nos acompaña pero aun así no podemos quitar las chamarras porque el aire esta fresco y penetra hasta la piel cuando estamos rodando, aparte que las reglas establecidas por el club Dacot, nos impide subirnos a las cuatris o a los RZR sin protección.


Vamos ahora en camino hasta la presa de Huapango. Esta enorme, tanto que ni vemos el fin. Nos estacionamos dando la espalda a la presa para poder tomar fotos con las maquinas de frente y la presa atrás de nosotros, son fotos para nuestro álbum de recuerdos.


Las vacas, los burros, los caballos y los perros nos acompañan a cada ruta que hacemos. Estos últimos corren tras las maquinas, les gustarían poder morder las llantas, para ellos, somos unos intrusos. Los niños y los adultos nos saludan de la mano y por supuesto que les contestamos.  


Seguimos la ruta y a las 13h50 llegamos al pie de las antenas del « Cerro del rosal ». Parece, según lo que nos contaron, que a media hora de caminata, hay como un pozo. Los que se sienten de caminar tomamos el camino que nos debe llevar hasta allá. Como tenemos que andar en el bosque, intentamos ubicarnos bien para el regreso, no queremos extraviarnos. Todos dejamos los suéteres en la camioneta porque a llegar hacia calor pero finalmente, el fondo del aire esta fresco, y más cuando penetramos en el bosque. Ni modo, caminando, nos vamos a calentar.    


Jorge y Jorgito van en sus moto cross. Salimos del bosque y tenemos que seguir atravesando un campo pero no se ve nada de lo que buscamos. Parece que no vamos en la buena dirección. Intentamos avanzar un poquito más pero perdemos el sendero y mejor regresarnos, es más prudente. Jorge y Jorgito se fueron de exploradores y no hay forma de comunicarnos con ellos para avisarles que nos regresamos hasta las antenas, no hay señal para el celular. Llegando allá, los esperaremos. 


Regresamos siguiendo nuestros pasos. Que bueno que pusimos unas marcas porque en el bosque, los árboles, las pequeñitas flores, las horas secas, todo se parece. Finalmente vemos en las alturas, por encima de los árboles, las puntas de las antenas, vamos bien entonces. Un momento después alcanzamos a Conchita y Graciela que se habían quedado en la camioneta.


Ahora tenemos que esperar a que regresen Jorge y Jorgito. De vez en cuando se escucha el ruido de una moto y cada vez uno de nosotros dice “¡Ya llegan!” y después, otra vez el silencio, tenemos la impresión de dan vueltas. Pero ya, después de un rato, están de vuelta lo que nos permite subirnos otra vez en las cuatris o en los RZR y seguir nuestro camino. Ahora tomamos el regreso a casa.  


Sabás sigue a la cabeza del grupo y un poquito antes de llegar a nuestro pueblo, da la vuelta pasando por un campo, pensamos todos que nos quiere enseñar algo, pero no, lo que paso es que sin decir nada a nadie, llamo a su mamá para que con su hermana y su hermano preparaban una mesa en la terraza de su rancho, solamente que no sabíamos que por ahí se podía pasar para llegar allá.


Es un verdadero comité que nos espera. Nuestro apoyo a tierra nos a preparado una mesa muy grande y muy bonita, el asador esta prendido, el tequila esta en la mesa (y con vasos). Joaqui hizo unas tripas a su estilo para completar lo de la carne que tenemos en la hielera. Solamente falta sentarnos, todos tenemos mucha hambre. Son las 15h30 et hoy hicimos 62km lo que hace que al total, en los dos días hicimos 185km. No es tan mal por una ruta sin irnos tan lejos del pueblo.


Poquito a poquito el grupo se desintegra, hay que regresar a casa, para algunos mañana es día de trabajo y para los jóvenes, el regreso a clase. 


Sabás y su familia, Jorge y su hijo, Jipé e yo Ana, nos paramos un ratito en casa de Joaqui antes de despedirnos. Jorge y Jorgito vienen a la casa a cargar sus pertenencias en su camioneta. Nos despedimos de ellos también, ya se acabo la ruta #26, ahora hay que pensar en la que sigue.


Gracias a los participantes de esta ruta:


Participantes en Cuatri:

  

  • Sabás et Mina

  • Tawa et Polito

  • Bache

  • Fer


Participantes en RZR:

  

  • Baldo et Graciela

  • Jipé et Ana


Participantes en moto cross:

  

  • Jorge

  • Jorgito



Participantes en camioneta:

  

  • Pepin

  • Conchita

  • Anacelia